¿Simpatizar con la mayor cantidad de gente posible? Eso es lo que hacen los políticos, tradicionalmente: decir lo que la gente quiere escuchar. Y esa es una de las cosas que detienen el progreso.
No puedo entender cómo encajaría eso en un movimiento de carácter educativo, y menos en uno que tiene a la ciencia como guía. Me imagino a un docente enseñando que los humanos no somos primates, para no herir la susceptibilidad de los creacionistas. O a un astrónomo diciendo que no se sabe qué forma geomética tiene La Tierra, para poder simpatizar con los terraplanistas. O un caso contrario: un político de ideología capitalista reconociendo que es falso todo lo que los economistas le hicieron creer a la gente.